La desinfección de ambientes ha sido una de las tareas más antiguas de las empresas de fumigación. Así es que inicialmente se las conocía como empresas de desinfección. Se trata de quitar a algo la infección o la propiedad de causarla, destruyendo los gérmenes nocivos o evitando su desarrollo, mediante productos químicos efectivos, específicos y de amplio espectro. Es de advertir que este tipo de desinfección es exclusivo para los ambientes tratados, así como para aquellos objetos que puedan propagar virus o bacterias. Es solicitado para casos de hepatitis, gripes (incluso H1B1, Gripe A o Porcina), y ante la presencia de elementos patogénicos que eventualmente pueden estar presentes en ambientes humanos (animales muertos). Pulverización de lugares susceptibles por destino a su ataque como por ejemplo: baño, instalaciones diversas, pasillos, vestuarios, oficinas, etc., previa eliminación de todo vestigio de agentes oxidantes fuertes como hipoclorito de sodio y jabones. Incluye también tareas de desinfección mediante la aplicación del desinfectante en forma manual sobre superficies tales como escritorios, mesas, mesadas, picaportes, pasamanos, teclados de computadoras, teléfonos, etc. Este tipo de servicios de desinfección ambiental (Certificadas) es muy solicitado por empresas de todos los rubros, considerando como una de las tareas más importantes para evitar contagios que aumentan el ausentismo laboral.
Principalmente, es necesario cerrarle el paso y disminuir los factores que los estimulan a vivir y reproducirse.
Tapar las grietas y los agujeros de las paredes y los techos, proteger las juntas de las puertas y ventanas, y controlar que cierren bien.
Proteger las ventanas con tela mosquitera.
Poner dobles puertas en las plantas bajas de áreas abiertas donde puede haber presencia de roedores.
Cubrir los agujeros de ventilación con tela mosquitera.
Mantener lo más limpio posible el local o la casa, especialmente donde se manipulen o se almacenen alimentos.
Evitar humedad, goteras, condensaciones, agua encharcada y el almacenamiento de agua sin protección.
Vigilar los techos falsos y rincones sin luz, sobre todo si hay calor.
Mantener tapada la basura y retirarla diariamente.
Mantener en buenas condiciones higiénicas los animales de compañía.
Si la plaga ya está presente, comuníquese con nosotros, lo asesoraremos profesionalmente.